sábado, enero 26, 2002

Dormído pero no soñando, recostado
aquí no descanso, la inactividad me agobia,
sentado solo para esperar una nueva rutína.

Señalo los errores del mundo y me señalo a mi
mismo, me recuesto de nuevo pero no alcanzo
el sueño.

Ignoro mis cadenas y salgo a caminar otro día,
muestro la cara y a mis cercanos mis sonrisa, dejo
mis problemas para otro día.

Brinco los obstáculos y me encuentro brincándome
a mi mismo, soy mi propio impedimento.

Cargo mis propias restricciones y no las rompo
ni al ofrecer, mi falta de apuro me permíte tomar
mi tiempo para encontrar alguien perfecta con
quien actuar.

Recorro lo sucedído y encuentro con otro nombre
perdído, carga co nlo suyo igual de antiguo.

Rostro tan firme, pasado tan arraigado, compartes
la sangre del pasado de los millones desafortunados,
con marcas en mano tu anciana se siente y te cuenta
su pasado.

Complejos dejados atrás, camínas con la seguridad
que cualquiera espanta.