miércoles, junio 02, 2004

   Tenemos nuestros juegos que cada día los llevamos
a cabo, ponemos nuestras reglas pero las rompemos
cuando quieras.

A veces pienso que todo aún puede salir mal,
cuídame hasta alcanzar algún mejor lugar.
Desde ahí, yo te cargaré hasta llegar a casa.

   Por eso, no te calles al comenzar a hablar,
ya no te tropiezes al caminar, algún día estaremos
allá.

¿Qué tanto nos falta por caminar? Solamente,
es cuestión de esperar.