No me traten de entender cuando
no me entiendo yo mismo.
Déjenme intento averiguar los demonios de mi cabeza,
y los dejaré entrar en ella.

Entre telarañas y piel muerta, aún hay
partes que valen la pena.
Entre heridas abiertas y sangre seca, hay
partes que aún tienen vida.

   Es un espejismo placentero lo que
muestro cuando les miento, sobre mis
pesadillas y como se vuelven realidad
cuando despierto.

Entre los actos y el recuerdo, hay una delgada
linea entre lo cierto y lo que me invento.
Entre la espera y la distancia, hay suficiente
vacío para comenzar de nuevo.

   Tan fácil como me tiran, me levanto.
   Tan fácil como me quiebran, sano.
   Tan fácil como me escupen, se los regreso.
   Tan fácil como me maten, regreso por ellos.

Entre el soñar y el despertar, tengo mi
asilo donde regreso a descansar.
Entre el golpe y el dolor, hay un instante donde
la agresión la convierto en amor.

Entre lo cuerdo y la perversión, tengo
mis fantasías y mi tormento.
Entre tu y todos mis pecados, prefiero
tu salvación.

   ¿Cabe mi locura en una caja? Para
envolvértela y dártela junto con mi sanidad,
son cosas que las he manejado, las he aprendido
a malabarear.

   ¿Tienes la capacidad de erradicar
mi soledad? No tengo mucho que perder,
pero es lo poco que me queda por apostar.

Entre tus perfumes y sabores, son los mas
exquisitos en mis fantasías y sus requisitos.
Entre tu cuerpo y el mío, existe una sincera
salvación, promesa en un perfecto futuro.