viernes, octubre 22, 2004

   Solo te pido que no me dejes de hablar, porque eres tú quien hace
latir este corazón. Hasta que no encontremos un mejor día que esta
distancia, no dejaré de buscar algún lugar donde no nos separen las
circumstancias.

Hay algo que nos une que no es simple costumbre, hay algo mas
trascendente que estar, simplemente, presente.

No cabe remordimiento en la mejor decisión que he tomado en mi vida.

Pero es el sueño que no me brinda descanso, ni inspira confianza para
contarle mis esperanzas... se roba mis deseos y no los regresa.

No cabe remordimiento en mi decisión, de dejarte morir en mi caminar,
ya no estoy para cuidarte sin que me cuiden.

   Por eso tengo lo que tengo, encontré a quien encontré, no deseo
nada mas grande que la tierra, ni mas blanca que la luna; la forma de su
cintura y la cavidad de su ombligo, donde guardo un beso para soñar.

Encuéntrame en la distancia, si vez una mancha bloqueando el sol,
es mi cuerpo distante, cruzando el horizonte.

Estoy brindando sombra a un cuerpo que desea descansar del sol
y su mirada.
Ella quien me da la luna y su tacto fresco para sanar este ardiente
cuerpo.

He aquí una tragedia, de dos amores separados, cuando se encuentren,
este mundo quedará hecho pedazos.