Apunto de comenzar uno de esos proyectos en mi vida que uno puede llamar, "Trascendentes", de ese tipo de cosas que pueden cambiar completamente la dirección de mi vida. Un cambio está apunto de comenzar, yo lo espero con miedo y emoción.

   Tendré mis cuadernos, mis páginas, para describir cada día, suficiente tinta y pegamento para plasmar todos los recuerdos y sentimientos, habrá suficiente espacio físico para todo eso.

   Buscaré un futuro para crear y, así pueda decir, que me pertenece este futuro, nunca solo, pero solamente acompañado; un alma solo puede conquistar su propio mundo, pero acompañado de su alma gemela, puede hacer uno nuevo. Yo ya tengo esa presencia en mi vida y, ese mundo nuevo, ya lo estamos creando.

   Me encantaría comenzar con esto de una vez, que mi día de partida se adelante al día de mañana y ya me encuentre allá. Empezar con esto de una vez, para poderme quitar el miedo provocado por toda esta anticipación.

   Me espera mi futuro, así como su perfecta presencia, aquel rostro que flota en mi recámara y nada por mis paredes, imágenes que me voy a llevar conmígo, para no perder la costumbre de ver ese bello rostro. Aún así, la traigo conmígo, en mis palabras, pensamientos, cuadernos y cartera, la tengo en todo de mí, aunque esté tan lejos, los corazones estan cercanos, tanto que parecen uno solo. Somos algo mas grande de lo que todos imaginan.

   Ella y yo hemos sobrevivido ya tanto, el año y tres meses (que pronto se convertirán en cuatro), han sido la prueba que mas he disfrutado superar, prueba en la que los días se seguirán multiplicando, mientras los meses se sigan sumando, con cada año que vayamos conquistando juntos.

   Promesas de aquel futuro encuentro, me mantienen respirando la pasión de la última vez que ví su cuerpo, la promesa de estar solos en un espacio, despejado de toda molestia, envueltos, solamente, en nosotros mismos. Solamente eso nos falta, para decir que merecemos mucho mas. Porque, con mas que la intención de hacerle el amor, lo que deseo es pasar los días, en donde, las únicas personas que llamarán nuestros nombres, seremos nosotros mismos.

   Reviso mis planes y me doy cuenta que todo, o gran parte, me ha llevado a los momentos que estoy por pasar, cada decisión correcta y cada vuelta equivocada, me trajeron a este momento. Todo esto ha sido el resultado de como he aprovechado y desaprovechado cada momento de mi vida. Pude haber llegado lejos, o pude haber muerto mucho tiempo atrás.

   El hecho es que ahora estoy aquí, en unos días estaré volando sobre el mundo, en alas prestadas y con invitación ajena.

   Pero esto no acaba con mi llegada a mi destino físico, ahí, apenas empieza todo, ahí, me tocará tomar un sin número de decisiones mas para alcanzar el siguiente gran punto en mi vida. El cambio empieza cuando yo quiera comenzarlo, terminará cuando este cuerpo decida morir.

   Así comienzo un vuelo, compañado del sentimiento en mi corazón y, representado por el peso y tacto de un aro de plata que sostiene mi dedo. Con la mirada en alto, con miedo en mis huesos pero dispuesto a enfrentarlos, extiendo mis alas para volar y regresar cuando me sienta mas fuerte para llevarte conmígo y construir nuestro futuro allá.