jueves, mayo 13, 2004

   ¿Algún día podrá la Diosa dormir sobre el cuerpo
de su mortal amante? Porque todos estos caminos
nos llevan al mismo acto, sin poder culminarlo, hasta
que la luna se retire.

Veo todas las decisiones que nos cambiaron de parecer
y nos hicieron recorrer los caminos que nos llevan a un
futuro que no estamos seguros en enfrentar.

   Para cuando la Diosa pueda descansar toda su
ira y angustia, a lado de su amante mortal, por haber
tomado todos esos caminos que nos llevaron al futuro
que, de otra manera, no podríamos enfrentar.

Pero el camino fijó nuestros pies al barro, el sol hizo
nuestra piel mas gruesa, los tropiezos rompieron
nuestros huesos y el tiempo los sanó.

Somos de carne y somos de hueso, pero seremos imortales
siempre y cuando sigamos vivos, y viviremos por siempre
cuando lleguemos a donde nos acomode el sol.

... hasta entonces, nadie me moverá, soy de acero,
soy de piedra, seré eterno mientras tus labios besen
los míos.

   Llegará el día cuando la Diosa despierte con nada mas
que luz en sus ojos y su amante mostal a su lado.