domingo, febrero 10, 2002

A veces les dígo que estás
perdída y no te encuentro.

A veces les dígo que no existes
y que te inventé.

A veces les dígo que nunca
hubo alguien como tú.

A veces les dígo que te escríbo
para no sentírme solo.

A veces les dígo que hay días
que no paro de pensar en tí.

A veces les dígo que hay días
que hablo maravíllas de tí.

A veces les dígo que hay días
que paro de hablar de tí.

A veces les dígo que ya no puedo
dejar de imaginarte.

Me inspiras palabras y cualidades
que nunca conocí y las palabras que
me inspiras son palabras que pesan
sobre mí.