sábado, febrero 09, 2002

Y pues es un nuevo día acá en Guadalajara, ni tanto que contar solamente refleccionar, tal vez algo aquí me haga inspirar, todo puede ser tan malo como el vídeo de Enrique Iglesias que estoy viendo.

Es díficil explicar, ahora platiqué con ella, solamente un poco, lo que su horario universitario y el mío nos permítenl ya han habído llamadas hechas pero ninguna a triunfado en encontrar a cualquiera de nosotros dos. Ahora fué una de las mejores pláticas que hemos tenído, no tanto por su contenído como por su despedída, una pregunta con la cual se despidió, ni oportunidad me dió de responder antes de que se desconectara...

"...la siguiente vez que me veas ¿Me darás un beso?"

Así me dejó, perplejado, y a la vez sonriendo, tal vez de la anticipación, del viaje ofrecído, del alojamiento prometído, de la probabilidad que en la mesa esta mujer ha puesto.

Y no me queda más que imaginar, por lo pronto son 2,245 km los que nos separan, kilómetros contados ya de tantas veces que he regresado al mismo lugar, lugar que irónicamente es mi hogar, donde encuentro donde plantar algo diferente cada vez que regreso, esta mujer es la más reciente y uno nunca sabe que más pueda ocurrir, que más podrá surgir, ¿que tanto puedo intuir?

Y así me voy a dormír cada día, a veces sin salír, a veces sin disfrutar una buena noche acompañado de amígos solamente para aumentar las posibilidades de viajar, no me importa sacrificar, la verdad es algo que ya no me impresiona, es raro lo que uno puede hacer cuando le dan un pequeño sabor de algo y le despierta la gran curiosidad, tanto que mato a un gato, ¿podrá matarme a mí? No importa, moriré en un intento, mucho ni llegan a eso.

No falta mucho para que está mujer se vuelva en algo increíble, como en algop tan especial.