martes, octubre 26, 2004

   Duermo los sueños de un hombre que no
sabe decir "adios", cuando es la palabra que
mas me escucho hablar.
   Sombras largas y estas penas ajenas,
el mundo ya no es tan grande pero me gana
de nuevo la distancia.

Siempre hay forma de sentirse mas alejados,
siempre hay razón para sentirme mas solo.

   Despierto los días de un hombre que no
teme morir, pero cuando se lo exigen, le da
flojera aprender a vivir.
   Demasiada luz en este futuro incierto,
el mundo me encuentra y me mata, y ya no
tengo donde descansar.

Siempre hay motivo para sentirme miserable,
siempre hay posibilidad de caer al seguir adelante.

Revíveme ahora que mañana moriré de nuevo.