lunes, mayo 23, 2005

   Permanezco en el mismo encierro , tal como permanecí ayer y al igual será mañana.

Hago lo que veo, escribo mi cerebro en papel y lo encierro de nuevo. ¿Qué tiene que estar haciendo afuera cuando lo mantengo bajo candado y cadena dentro de mi cabeza?

   Desconozco si el cielo me espera, el infierno me quema o si el es pecado lo que no encuentra.

Daño lo que veo y me río cuando no lo tengo, me carcome la envidia hacia algo que tengo pero no sabía que existía hasta no quererlo.

   ¿Cómo es que la necesidad nos la creamos cuando nos encontramos con aquello que nos lo soluciona?

   Destruyo aquello que me brindan, por el hecho de no conseguirlo solo, aunque me espante su presencia.
   Construyo lo que no me sirve, solo porque consume mi tiempo y apresura mi inevitable demencia.

Agosto '04