jueves, noviembre 25, 2004

   Alimenta mi bienestar, acompaña el clima y cae con la lluvia sobre mi.
   Haces falta como me hace falta respirar, se que aún después de toda
la vida serás lo último en mi mente antes de que muera.

Libera nuestra posibilidad, hazlo más grande que un juego al azar y haz
de todo esto una realidad.

   Alimenta mi cuerpo, acompaña tus besos con palabras, una mirada para
volar.
   Te busco como busco mi futuro, se que aún después de encontrarte
nos toca caminar el resto de la carretera que será nuestra vida.

Atrápame en un abrazo, hazlo más grande que un simple tacto y haremos
de nosotros algo mayor.

"POR SIEMPRE"

   Como me encantan las vueltas que me haces dar,
toda la imaginación que me haces crear.

Y aunque afuera el mundo acabe, en nuestro
espacio acabaremos el mundo haciendo el amor.
Cada noche es lo nuestro.
Y no pondremos mas atención que solo nos ganará
la muerte.
Y lograré encontrar razón para que esto nos dure
por siempre.

   Cada cuando podremos comenzar y dejar de
marearnos y dar vueltas, para ver todo esto mas
quieto y callado, darnos cuenta que todo está
perfecto.

Tenemos tiempo para vernos y hacer esto durar
por siempre.
No pondremos atención en todo que nos tropiece
y nos pese.
Y llegaremos encontrar que esto puede durar para
siempre.

miércoles, noviembre 17, 2004

Tengo que contar un sueño que tuve hace unas semanas, olvidé agregarlo aquí o simplemente me dio flojera porque era uno realmente largo y, si me tardé un tiempo considerable en describirlo en mi diario, repetir eso se me hacía aburrido. Pero prefiero agregarlo porque hace tiempo oque no tengo algo así.

Comienzo...

No estoy muy seguro donde estaba, pero parecía uno de esos mundos creados en los libros y juegos de MYST. Eran enormes islas con habitantes y estructuras, pero estas islas estaban flotando en el cielo, no en agua, y estaban conectados cada uno por enorme puentes colgantes de madera que parecían estar muy macizos, no colgaban ni se mecían como un puente colgante cualquiera. Estos puentes tenían varios, los llamé yo, descansos, eran partes del mismo puente, pero eran enormes círculos donde uno se sentaba y había mesas, de aquí uno podía ver el mundo debajo.

Ahí estábamos Isela y yo, desconozco completamente lo que estábamos haciendo, solo recuerdo que estábamos corriendo por los puentes, de isla a isla, dirigiéndonos hacia una de las masas terrestres flotantes mas grande. Pasamos por uno de los descansos y ahí, sobre una de las mesas encontramos un pedazo de papel, parecía mas un sobre, le dije a Isela que lo tomara y, muy cuidadosamente, se lo llevó sin que alguien se diera cuenta. Cuando lo logró y lo abrimos, resultó ser una invitación para entrar a una de las estructuras mas grandes e importantes, era donde se reunían las dos facciones, supongo yo, políticas mas importantes de este lugar.

Viendo que teníamos esto decidimos asistir ya que la invitación era para ese mismo día. Lo extraño aquí era que la única manera de llegar a esta estructura era volando, ya que, aunque había puentes que nos llevaran hasta allá, la estructura no tenía puertas y la única manera de entrar era volando y aterrizando en el techo. Hicimos exactamente eso, volamos.

Aterrizamos en el techo, como había dicho no existía tal cosa como la entrada principal, del techo bajamos unos escalones y llegamos a uno de los patios principales de la estructura.

En este patio había mucha gente discutiendo sobre algo, nadie nos puso mucha atención ni causamos interés. Bajando los escalones, justo a un lado de ellos, encontré un reloj dorado con una correa gruesa de piel color café aparte de la correa del reloj, de los que se están usando ahora. El reloj no me agradó así que lo separé de la correa de piel y tiré el reloj al suelo; me puse la correa de piel en mi muñeca izquierda.

En este patio vimos como había un grupo de mujeres practicando un baile que resultó que Isela lo conocía, así que dijo que se iba a unir al grupo para que nadie vaya a sospechar algo, al cabo que con la correa yo ya estaba protegido. Aún no sabía a lo que se refería con eso. Estuve de acuerdo y se unió al grupo mientras yo seguía haciendo lo que veníamos a hacer, lo cual no estaba muy seguro de lo que era, pero hasta entonces habíamos tenido suerte.

Después de unos momentos de caminar y observar el lugar, el grupo de bailarinas fue llevado a un lugar privado para seguir ensayando y recoger su vestuario. Subiendo otros escalones que se dirigían a otro de los techos, me encontré a uno de mis primos, José Luís, y me estaba tratando de convencer de algo que no recuerdo lo que era, no le estaba poniendo mucha atención.

De la nada, aún subiendo los escalones, me encontré con Julieta, una de las chicas de México que también están aquí en Warrensburg, fue ella quien me quitó a mi primo de encima.

Terminando de subir los escalones me encontré en una pequeña plataforma con una enorme reja, parecía un portón de metal, seguida por otro grupo de escalones que ya llegaban al techo. Este era, obviamente, un lugar protegido si no, no estaría ese portón ahí, pero me di cuenta que el guardia estaba ausente, así que pude pasar sin que nadie se diera cuenta, la verdad no sé porque había pasado tan fácilmente, comencé a sospechar que algo extraño estaba sucediendo.

En el techo estaba todo el conjunto de baile ya portando su vestuario, también había otra gente que desconocía. Todas las personas que había visto hasta ahora, excepto nosotros dos, mi primo y Julieta, estaban vestidos de una de dos maneras, ambos con lo que parecían túnicas, pero los colores variaban, unos portaban colores blanco plata y azul, y el resto colores como naranja, café amarillo y oro, estos últimos compartían el mismo color que el reloj que había encontrado en un principio.

Caminando por el techo me encontré con Isela, cuando la vi me sorprendió porque la encontré vestida de diabla, toda de rojo, con un leotardo de una sola pieza, medias rojas (fishnet) y tacones altos del mismo color, lo cual la hizo ver muy alta, portaba cuernos en la cabeza y una cola puntiaguda se salía de la parte baja de su espalda y en su mano un tridente. Tengo que admitirlo que me agradaba mucho como se veía. Cuando me le acerqué para preguntarle que había pasado voltio hacia mi sorprendida y me dijo que no podía estar ahí, que me tenía que regresar al patio donde estaba antes y que me saliera antes de que se dieran cuenta, ella bajaría al patio en unos minutos.

Hice exactamente eso, pero la manera en que lo realicé me agradó mucho, y es algo que ya había hecho en otro sueño con Isela. Este techo tenía paredes altas, así que parecía como que un cuarto sin techo, estas paredes calculé me medían fácilmente como 30 metros, de tal manera que no se podía ver nada mas que el cielo sobre nosotros. Lo que hice entonces fue, no correr hacia la salida, pero correr hacia una de las paredes y brinqué hacia ella y, como si fuera el suelo, mis pies aterrizaron en esa pared y comencé a correr dirigiéndome a la salida, mi cuerpo estando completamente paralelo al suelo, como si no existiera la gravedad para mí. Legando a la puerta por la cual llegué, me salí de ese lugar, dirigiéndome a los escalones que me regresarían al patio principal.

En el enorme portón de metal me estaba esperando mi primo de nuevo, ahí también estaba Julieta, cuando los pasé solamente me siguió Julieta y mi primo se quedó atrás, aún gritándome cosas queriéndome convencer de algo, gritaba palabras que no entendía perfectamente, lo último que dijo y fue realmente lo único que recuerdo claramente fue: "Vamos te mando a la piruja francesa, te la dejo barata." Para lo cual me solamente me volteé y le respondí: "No gracias, 'primo', yo ya tengo mi propia diabla." Y ya no volví a saber mas de el ni de sus insistencias.

Aún bajando los escalones con Julieta, sentí como alguien me toca el hombro con la intención de obtener mi atención, volteo enojado porque pienso que es mi primo de nuevo y me encuentro con la sorpresa de que era mi amigo Iván. Me dio un enorme gusto encontrarlo ahí en tan extraño lugar. Él, al igual que nosotros, no estaba vestido con aquellas túnicas raras, estaba vestido como si hubiera estado viajando de mochilazo por un tiempo, ropa sucia algo desgastada y su enorme mochila y sleeping bag en su espalda. Lo abrasé y seguimos bajando.

Camino al patio presenté Iván a Julieta mientras les contaba lo que había sucedido desde que Isela y yo llegamos a este lugar, le dije que sospechaba que pronto habría alguna especie de reunión entre las dos gran facciones. Aquí fue cuando Iván observó que yo portaba la correa de piel café en mi muñeca y me preguntó por ella, le dije que me siguiera para que le mostrara donde la había encontrado, pero cuando llegamos al patio y comenzamos a dirigirnos a los escalones donde había encontrado el reloj, Iván se distrajo un con automóvil extraño que vio ahí, algo que no había visto cuando llegué por primera vez a este lugar.

Llegué al pié de los escalones donde estaba el reloj y comencé a buscarlo. Cuando lo encontré a un lado había también otro reloj, pero este era un poco mas grueso, sin correa y de colores azul / plata y blanco, del mismo color que uno de las facciones que estaban presentes, aquí me di cuenta que tenía en mis manos, tal vez, el objeto mas significativo de ambos grupos, tal vez por eso no me molestaron al pasar por el enorme portón y tampoco me dijeron nada cuando estaba con las bailarinas. Inspeccioné los relojes mas detalladamente y, en el reloj dorado, sobre la carátula encontré que tenía un emblema de una flama grabado en él; en el reloj azul había un par de alas.

Creyendo estar resolviendo el misterio de lo que estaba sucediendo en ese lugar vi hacia arriba hacia una de las paredes donde ahora había un texto que no estaba ahí cuando llegamos en un principio, era un lenguaje foráneo para mí, pero de alguna manera lo podía leer y decía: "Ahora que estamos todos aquí ¿Qué prefieres ser? ¿Ángel o demonio?" Sin poder responder el cielo se obscureció de tal manera que parecía como si solamente hubieran apagado las luces y todo estaba obscuro, fue aquí que un par de reflectores se encendieron y apuntaron a un mismo lugar, un punto en la orilla de uno de los techos y estaban iluminando a Isela, aún vestida de diabla. El baile estaba por comenzar y, aparentemente, me di cuenta en que lado de este espectro nos encontrábamos Isela y yo, ella con su traje rojo y de demonio, yo con un correa y reloj de oro y fuego.

Aquí fue cuando desperté y me dediqué el resto de la mañana a describir esta visión.

jueves, noviembre 11, 2004

CONMIGO Y LA MUERTE

   ¿Por cuál razón vale la pena morir? ¿Por cuál vida
vale la pena resucitar? No estoy de acuerdo con tu manera
de dirigir cualquier vida si, a fin de todo, tiene que morir.

No es que quiera vivir por siempre, la vida me da
flojera para vivirla tanto.
Puedes tener todas las razones que quieras, pero todas
ellas te las llevas contigo a la tumba.

   ¿Cuáles son tus razones para escucharme? Proclamas
que no he cambiado pero, aún así, te das una nueva
esperanza de poderte llevar algo de mí después de que
mueras.

No es que quiera vivir mas que tú, solo que se la
estoy viviendo mejor así.
Puedes darme cualquier razón que quieras, no me convencerás
por que se irá contigo el día que mueras.

   Hace frío y dices que no puedes dormir,
   buscaste mi cuerpo aquella noche sobre
   cama de arena.
   Me da pena admitir de caí en tu soledad,
   esa necesidad tuya de absorber toda esta
   atención.

No es que quiera vivir por siempre, tengo mas temor
a una larga vida que a morir.
Aunque no lo creas, entre todos los deseos que he
tenido, uno de los mas grandes es morir.

No es que esté dispuesto a morir, es que tengo mas
miedo a no saber vivir.
Pudiendo tener todas mis razones y todos mis sueños,
sin importar cuanto lo intente, se irán conmigo y la muerte.